viernes, julio 09, 2010

Por fin llueve...








Por fin... la lluvia se oye y me hace sentirme bien. Una semana de mucho calor y cuando digo mucho no exagero, a mi cuando el calor es mucho me sienta todo mal y me dan pocas ganas de muchas cosas, así que me dió por leer... y leyendo justo frente al aire frio me sentí un poco mejor.

Muchas noticias buenas... días de sonrisas... los papeles y la frontera nos trajeron brincos de felicidad y la disyuntiva afrancesada de que voy a hacer ahora... pero bueno, mejor no me angustio porque ya saben que se me regresa aquella torticolis olvidada llena de angustiosa angustia y una no se puede ni rodar en la almohada así que respiro y me estiro para que no me agarre... la angustia digo...

Aparte de los calores vino la Srita. Ruiz una vez más a hacerme sonreir y sin más ni más nos fuimos todos emperifollados (el Sr. Cara de Gato también se emperifolló, como no!) a ver a unos gitanos ochenteros cantar y nos dió hasta por pararnos a bailar. Se compró un millón de pastillas para poder tomar leche y se fué tal y como vino pero dejó detrás de sí 6 metros de fieltro color crema, una caja de chocorroles (mismos que medio se derritieron con el mucho calor de esta semana) y mucho, que digo mucho... harto amor...

La sorda que llora vino a llorar a casa y lloró tanto que no supimos que más hacer que pasarle un pañuelo y limpiar el lagrimerío. Pero como esta más sorda que nunca pues resulta que no entendió nada y hasta perjudicados salimos en todo este cuento... (yo me entiendo)

Los gatos y yo hemos estado en huelga definitiva hasta que el calor cese... así mismo... porque no se puede vivir así y menos sin refrigerador que la bienaventurada señorita tuvo atinadamente a requerir justo en el golpe de calor más intenso de los últimos años (que oportuna! me cae!) y encima los dos gorilas que traían el repuesto no les dió la gana y se lo llevaron sin más ni más... Después de una semana sin cubitos de hielo y sin frescor nos ha llegado ya por fin ayer despues de una jornada de angustia por la angustia misma de que no fuera a llegar de nuevo... y si... si llegó! hoy mismo me fuí a comprar brocolis y zanahorias para dejar de comer enlatados...

Y de pronto por fin llueve...

De todo esto que ha pasado tú siempre has estado a mi lado, tu actitud ante la vida la hace mucho más hermosa y me alegra tanto el poder respirar del mismo lado, el sufrir los calores a tu costado y el poder salir al balcón y ver llover en la misma ventana... al fin y al cabo las cosas no van tan mal no te parece? y ahora la casa es toda nuestra y la lluvia moja tan solo nuestro balcón para que deje de hacer tanto calor... pero si hace... y si se vuelve a ir el refrigerador... (ay que ni lo mande Dios!) nos volveremos a encerrar en el lugar frío de la vivienda junto con Puccini (el más listo de todos) y comeremos latas a intervalos después de hacer el amor... por cierto, que no te había puesto aquí lo feliz que ha sido el haber ido a la frontera contigo... y después de cruzarla y regresar nos miro... con los ojos saltones de tanto parpadear de tanta felicidad!!!!

Que bueno que por fin llueve...




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