domingo, junio 20, 2010

De cuando me quité los tacones...










No se como ni cuando fue el día que decidí caminar en tacones altos... sin poder caminar del todo pero ahí me las arreglaba... encontrándole gusto al taconeo me dio también por maquillarme, y es que al verme en el espejo no me gustaba tanto...


Alguna vez también el deseo de hacer un poco más claro mi cabello me pasó por la cabeza... Dios bendito que lo único que me atreví a hacer fue un poco de agua oxigenada y sol que al final se desvaneció y no dejo secuelas graves... quise reformar mis cejas y en la depilada las lapidé y deformé... he prometido no volverlo a hacer jamás (desde entonces no me siento la misma). Me puse uñas postizas de todos tamaños y las pinté de todos colores, también en su momento de frustración le puse postizos a mis sostén para sentirme un poco más mujer de lo que mi cuerpo me lo permitía... y traté cualquier tipo de consejo de esos que te dan las revistas en las salas de espera.


Me hice de millones de pares de zapatos y algunos creo que me los puse 2 veces, en mi bolsa solía cargar con un arsenal de maquillaje infinito que me cubria de mi misma y me apasiguaba el extremo temor a lucir mal ante la gente... El mundo entero me atemorizaba, así que me subía a mis tacones para sentirme más segura y poder caminar por arriba de todos los demás...


El tiempo pasó y mis piernas y mi alma comenzaron a sufrir la tortura sometida y los pasos agigantados... El mundo entero nunca se enteró de mis esfuerzos por gustarle y encima cada vez me dolían más los pies, me comenzaron a salir varices y por las noches sufría de calambres... El corazón me daba saltos de angustia antes de dormir y lloraba un poco antes de ponerme mis ungüentos varios para todos mis penares... No sabía como verme ni como entenderme...


Un día de primavera me miré en el espejo en estado alfa y medio desnuda y me ví... me ví a mi misma... a la que soy... con esos pies adoloridos, el cabello sin peinar, los ojos un poco disparejos, el pecho de suspiro y las caderas oblicuas... y cosa rara me gusté...


Ese día me bajé de mis tacones e intenté caminar descalza... me anudé el cabello en la cabeza y respiré profundo... abrí la puerta y nadie me miró... caminé un par de pasos agazapada... y nada... ellos no tuvieron ninguna reacción ante mi cambio... Pero yo sí... nunca me había sentido tan libre como entonces, nunca me dió más gusto tener los pies sucios por caminar descalza y el cabello enmarañado por no peinarlo... la bolsa del arsenal del maquillaje ya no existe más y cuando me veo en el espejo me gusta saludarme y platicarme como estoy...


Hoy en mi vida me siento tan mujer que puedo sentarme en la hierba a respirarme sin necesidad de preocuparme por el mundo entero... Y camino tan ligera...y puedo cantar en voz alta... y puedo caminar cojeando sin importarme la distancia... ahora se que no importa nada de lo que me parecía importante y me parece importantísimo ver que lo importante en realidad siempre fue sencillo y siempre estuvo ahí.


Ojalá de pequeña me hubieran enseñado a gustarme a mi primero y no orillarme a gustarle al mundo entero... me hubiera ahorrado mucho tiempo y mucho sinsabor...


(Sigo teniendo mis tacones para ocasiones especiales, pero ya no los uso para caminar, me canso demasiado y tan sólo quiero seguir adelante)


4 comentarios:

Mariposa de humo dijo...

Saludos y brindo por los pies descalzos! Que siempre haya libertad en cada paso.

Un enorme abrazo para la pajarita más bonita y feliz del mundo. :)

We Blog Artists dijo...

I guess I'm going to have to get my Spanish/English up to scratch it I visit you here...that's ok...it'll push me to practicar el mi espanol!
ABRAZO
Char.

Cara Carmina dijo...

Oh my!!! yes this is my Spanish only blog... (kind of a deeper diay stuff... ) :) hope you understand a little bit... :) thanks for stoping by!

;) Hasta la vista baby!

Cara Carmina dijo...

mariposa hermosa... que linda visita!!!