lunes, septiembre 05, 2005

Por mas que se intente...

El padre y las hijas

Un padre tenía dos hijas. Una casó con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos. Al cabo de un tiempo fue a visitar a la casada con el hortelano, y le preguntó sobre su situación. Ella dijo:
-Todo está de maravilla conmigo, pero sí tengo un deseo especial: que llueva todos los días con abundancia para que así las plantas tengan siempre suficiente agua.

Pocos días después visitó a su otra hija, también preguntándole sobre su estado. Y ella le dijo:

-No tengo quejas, solamente un deseo especial: que los días se mantengan secos, sin lluvia, con sol brillante, para que así los ladrillos sequen y endurezcan muy bien.

El padre meditó: si una desea lluvia, y la otra tiempo seco, ¿a cuál de las dos le adjunto mis deseos?

Esopo

“No trates nunca de complacer y quedar bien con todo el
mundo. Te será imposible”.

Hay que vivir nuestras vidas acorde a nuestros anhelos, deseos, y suenos... no podemos siempre estar quedando bien y satisfacer a todos los que nos rodean; al final solo quedaremos hastiados y agonizando en el arrepentimiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!!! se que tenia mucho que no te saludaba, pero si he leido algunos de tus post,s, y digo algunos por que a veces me es imposible leerlos, ya sabes uno que pertenece a la clase trabajadora, bajo regimen de tiempo y salario...jejeje. en fin...
esta vez este post en especial me hace pensar en muchas cosas quee suelo ser, y en realidad eso de dejar de atender a los demás es algo que me cuesta mucho trabajo, pero tienes razón, uno deja de vivir a para uno mismo... y si es que hace mucho tiempo que deje de vivir para mi.
un beso
gema

Cara Carmina dijo...

Ya es tiempo de empezar...